Rincones TIC

La realidad aumentada

​



Las posibilidades del aprendizaje móvil



La Realidad Aumentada (a partir de ahora RA) la podemos entender como una tecnología que superpone a una imagen real obtenida a través de una pantalla en tiempo real imágenes, objetos 3D o cualquier tipo de información generada a partir de un ordenador (Cabero y Barroso, 2016; Prendes, 2015). Se trata de una herramienta que combina el entorno real y el virtual, en la que la información virtual complementa la interacción con el mundo real dando lugar a un escenario real aumentado con información adicional (De Pedro, 2011), es decir, dando lugar a una nueva escenografía comunicativa.
Por tanto, como recogen Cabero y Barroso (2016), los sistemas de RA se caracterizan por tres propiedades: (1) combinar objetos reales y virtuales en un entorno real; (2) alineación de objetos reales y virtuales entre sí; y (3) ejecutarlos de forma interactiva y en tiempo real. Como estos mismos autores indican, lo que se persigue con la RA es enriquecer la información existente en la realidad con información disponible en los dispositivos tecnológicos. Esa característica de enriquecer la realidad es lo que lo diferencia de la Realidad Virtual (RV). En la RV los datos virtuales sustituyen a los físicos, dando lugar a una nueva realidad.
Como recoge Prendes (2015), hay varios autores que hablan de niveles de RA, entendidos como una forma de medir la complejidad de las tecnologías involucradas en su desarrollo. Siguiendo con lo aportado por Lens-Fitzgerald (2009) podemos hablar de cuatro niveles (del 0 al 3):

• Nivel 0: Hiperenlazando el mundo físico. A través de códigos QR, códigos de barras o imágenes aleatorias nos lleva a un enlace, por tanto, se trata de hiperenlaces. Tan simple como un hipervínculo dentro de una página web o un documento.

• Nivel 1: AR basado en marcadores. Principalmente se trata de reconocimiento de patrones 2D, aunque también se incluye reconocimiento 3D de objetos (por ejemplo, un árbol) como forma más avanzada en este nivel. Los marcadores son imágenes en blanco y negro, cuadradas y con dibujos sencillos.

• Nivel 2: RA sin marcadores. Se basa principalmente en el uso de la geolocalización mediante el uso de tecnología GPS y de la brújula de los dispositivos para localizar y superponer POI (Punto de Interés) en la imagen del mundo real.

• Nivel 3: visión aumentada. Se trata del uso de un display pequeño, no más grande que unas gafas, para aumentar la realidad directamente. Aquí podemos hacer mención a las Google Glass y, como tecnología más evolucionada, a lentes de contacto que permiten la visualización de la combinación de ambas realidades, la virtual y la real.

Las posibilidades de la RA son tantas como nos permita la creatividad. Es una tecnología que se puede usar en muchos ámbitos, ya sea en la publicidad, navegación, medicina, etc., pero también en la educción. Una de las principales posibilidades educativas de esta tecnología es que permite la comprensión de fenómenos y conceptos complejos ya que favorece la descomposición de un fenómeno u objeto en sus diferentes fases o partes y permite percibirlo desde diferentes puntos de vista (García et al., 2010). También permite contextualizar la información y enriquecerla, lo que ayuda a una individualización del aprendizaje por parte del alumno (Cabero y Barroso, 2016). Por otro lado, con la RA los alumnos son capaces de interactuar con los objetos virtuales de forma directa mediante la manipulación de objetos reales (Di Serio et al., 2013). Igualmente, promueven un aprendizaje activo por parte del alumno, posibilitando una metodología constructivista, por lo que se basa en un paradigma de aprendizaje basado en la práctica (Cabero y Barroso, 2016). En definitiva, hay tantas posibilidades educativas de la RA como nos podamos imaginar y solo va a depender del docente en desarrollarlas de forma adecuada, porque recordemos que lo importante no es la tecnología sino la metodología que se use con ella.