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El cómic en Educación Infantil

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Un recurso visual con muchas posibilidades



El cómic en España se ha asociado al público infantil con una función meramente de entretenimiento. Además, en el aula se suele abordar de forma anecdótica puesto que los docentes no conocen la versatilidad de este recurso.

El cómic, tebeo o historieta es un medio de comunicación social, en el que se combinan imagen y texto en un mensaje global para contar historias y sucesos (Guzmán, 2011). Como se hacía mención anteriormente, en el cómic la imagen cumple una función de relevo y el texto está subordinado a la imagen. Por tanto, las imágenes y los textos se combinan dando lugar a una unidad de comunicación sintética, algo más que la suma de ambos códigos.

Ciertos autores ponen como antecedentes incluso los jeroglíficos del antiguo Egipto. Sin embargo, el primer cómic conocido es el realizado por Richard F. Outcault para el New York Journal en 1895 con el título The Yellow Kid. Umberto Eco (1972) define el cómic como un producto cultural, ordenado desde arriba y que funciona según toda la mecánica de persuasión oculta, de tal modo que los cómics, en su mayoría, reflejan la implícita pedagogía de un sistema a la vez que refuerza los mitos y valores vigentes. Es decir, un instrumento que refleja aquellos aspectos y/o valores más relevantes de la sociedad, en el que los mensajes aparecen ocultos, presentados de forma sutil y poco comprensible a primera vista.

Por su parte, Lomas (1993) lo define como un medio de comunicación de masas y que presenta un sistema de significación con un código propio y específico. Mientras que Fernández y Díaz (1990, p. 15) lo definen como “una forma de

expresión, a menudo un medio de comunicación de masas, que integra imágenes secuenciadas dibujadas, textos y unos códigos o recursos específicos. Su finalidad es persuadir entreteniendo”.

Según Fernández y Díaz (1990) destacan que el cómic está formado por varios componentes:

1. Componentes icónicos. El cómic incluye elementos visuales como:

  • la viñeta, que su tamaño y su forma condicionan su valor expresivo;

  • los planos, en el que el autor incorpora su visión subjetiva;

  • los puntos de vista, los cuales pueden ser picado, normal o contrapicado;

  • los estereotipos de los personajes, cada tipo de personaje o su estado de

    ánimo tiene unos elementos universales característicos;

  • los símbolos cinéticos, las líneas características para seguir el movimiento;

  • Las metáforas visualizadas, por ejemplo, signos de admiración para

    expresar asombro;

  • El color y la luz.

    2. Componentes literarios.

  • La cartelera o cartucho: recurso para introducir un texto aclaratorio, explicar una viñeta, facilitar la continuidad o insertar comentarios.

  • Los globos o bocadillos: que expresa el dialogo o el pensamiento de un personaje. Varia en su forma.

  • El texto: la tipografía, el tamaño de la letra y su disposición sirven también como recurso expresivo.

  • Las onomatopeyas: representación de los sonidos no verbales.

    3. Componentes narrativos. Para narrar una historia se utilizan diferentes elementos y recursos en la organización de las viñetas, como son el plano- contraplano, el zoom, el raccord (cuando un dibujo empieza en una viñeta y acaba en otra) o los saltos en el tiempo a través de elipsis.

 

Las posibilidades educativas del cómic son inmensas y depende tanto del interés del profesor como de la motivación del alumnado. De todos modos, el uso de un lenguaje expresivo como es el cómic requiere de una planificación didáctica, donde se recoja la intención educativa Guzmán (2011). El cómic es un recurso didáctico que se sitúa con ventaja entre la enseñanza puramente verbalista y la exclusivamente icónica, cogiendo las virtudes expresivas de ambas para obtener una equilibrada síntesis (Rollán y Sastre, 1986).

Como objetivo principal de los cómics en educación destaca la lectura. Pero también destacan otra serie de objetivos o posibilidades educativas: capacitar para la expresión oral y escrita, fomentar la creatividad, facilitar la capacidad analítica, dar a conocer determinados valores, posibilidad de crear sus propias historietas, reconocer determinados prejuicios que pueden aparecer en los personajes, dan autonomía lectora al niño -al ser viñetas secuenciadas es muy fácil para los niños seguir la historia-, generar hábitos de lectura, entender diferentes modelos narrativos, son motivadores, etc. En definitiva, los objetivos dependerán de lo que el maestro quiera conseguir.

Si lo que queremos es que se inicien en la lectura y el mundo del cómic en infantil hay una serie de cómics disponibles muy útiles: Mamut, mi primer cómic (una colección que va dirigida a niños de entre 3 a 9 años); Las aventuras de Fede y Tomate (para niños de 4 o más años); o La bruja Brunilda (para más de 5 años).

El cómic tiene un gran potencial para trabajar el sentido de la imagen

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Texto del Manual de la asignatura.

González, V. (2017). Recursos para el aula de infantil, en Sánchez, M.M., Solano, I.M. y González, V. Medios, Materiales y TIC para la Enseñanza en Educación Infantil. Colección de textos guía de la Universidad de Murcia.

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